¿Cómo lidiar con el distanciamiento social?
Hace mucho no nos abrazamos. Probablemente, han pasado unos seis meses que tuviste contacto físico con otras personas. Tal vez has mantenido el contacto físico con las personas con las que vives, pero existen quienes han dejado de abrazar a quienes viven en casa, sobre todo si se trata de poblaciones de alto riesgo, como adultos mayores.
Para quienes provenimos de países latinoamericanos, el distanciamiento físico ha sido particularmente complicado, puesto que en nuestra cultura solemos manifestar nuestro afecto a través del contacto físico.
Existe una hormona llamada oxitocina (también conocida como la hormona del amor), que se produce en diferentes situaciones como el parto, cuando abrazamos o besamos a alguien, cuando nos dan una palmada en la espalda, etc. Esta hormona está asociada con una sensación de bienestar y la disminución de la ansiedad y el estrés.
Como puedes ver, la oxitocina se encuentra presente durante muchas situaciones de interacción social. Los seres humanos somos naturalmente sociables, y el aislamiento trae consecuencias para nuestro bienestar emocional y físico. Si bien es importante seguir las medidas de distanciamiento físico para evitar los contagios de coronavirus, debemos tratar de mantenernos en contacto con los otros.
Una de las herramientas con las que contamos es la tecnología, que puede mantenernos juntos a pesar de la distancia. Puede que en este momento te encuentres trabajando o estudiando vía remota, en cuyo caso probablemente estás agotado de tantas reuniones virtuales. Aun así, es importante que trates de reservar al menos un momento a la semana para comunicarte con amigos y familiares. Puede ser mediante una llamada, por mensajes de texto o videoconferencia. Aprovechen este momento para compartir cómo se sienten y para mostrar su apoyo y afecto.
Los vecinos también pueden llegar a ser una parte importante de nuestra red de apoyo. Manténganse en comunicación y traten de ayudarse los unos a los otros. Por ejemplo, los jóvenes pueden realizar las compras de los adultos mayores que vivan solos. Pueden salir a caminar juntos o platicar acerca de cómo sobrellevan la pandemia, recuerden siempre mantener las medidas de sana distancia.
Otro de los ejercicios que puedes practicar es mantener presente a las personas que te importan. Realiza ejercicios de agradecimiento hacia familiares, amigos y las personas que te ayudan día a día, incluyendo a quienes te atienden en el supermercado, los repartidores, el personal de salud, etc. Incluir a estas personas en tus pensamientos u oraciones puede ayudarte a sentirte en contacto con ellos y te permitirá ver toda la gente con la que cuentas.
Como pasamos mucho tiempo en casa, es probable que en algún momento surjan conflictos. Cuando se presenten problemas recuerda tomar un momento para respirar y tratar de entender al otro. Todos nos encontramos estresados e irritables, así que tendemos a sobre reaccionar. Si nos detenemos y tratamos de resolver nuestros desacuerdos podemos evitar que un conflicto escale y lastimar a quienes queremos.
La pandemia nos ha mostrado claramente cómo dependemos el uno del otro. El uso del cubrebocas, por ejemplo, es una medida que no solo me protege a mí, sino a quienes me rodean. Hoy más que nunca, es importante apoyarnos los unos a los otros, pues de eso depende cómo vivimos esta situación y el salir de ella. Recuerda apreciar a las personas con las que cuentas, y buscar u ofrecer apoyo cuando sea necesario.