Los beneficios del ejercicio en la salud mental
La actividad física es frecuentemente recomendada para mantenernos saludables, y usualmente esto se asocia con buena salud física, pero ¿sabías que el ejercicio también beneficia tu salud mental? Muchos de estos beneficios se relacionan directamente con cómo el ejercicio afecta directamente en el cerebro.
Uno de los principales cambios que se observan es un fenómeno conocido como runner’s high, un estado de bienestar o euforia que se presenta después de realizar ejercicio aeróbico. Usualmente se atribuía esta sensación a las endorfinas, pero recientemente se ha descubierto que probablemente esté asociada a endocannabinoides, moléculas que promueven la reducción de la ansiedad y brindan una sensación de alegría y bienestar.
El ejercicio también modifica el sistema de recompensa, dentro del cual la dopamina juega un papel importante. Este neurotransmisor está asociado con el placer y la regulación del estado de ánimo, entre otras funciones. Tras practicar ejercicio regularmente, se observan mayores niveles de dopamina y un incremento en el número de receptores de este neurotransmisor. Estos cambios permiten que exista una mayor capacidad para experimentar felicidad. El sistema de recompensa suele verse modificado conforme envejecemos y se estima que con cada década perdemos hasta un 13% de receptores de dopamina, esto puede llevarnos a no disfrutar las cosas tanto como lo hacíamos antes. Afortunadamente, el ejercicio puede contribuir a revertir este proceso. Se ha comprobado que los adultos que se ejercitan de manera regular poseen un sistema de recompensa similar al de poblaciones más jóvenes.
Realizar deporte en equipo o con amigos también trae beneficios adicionales. Estas actividades en conjunto nos permiten desarrollar un sentido de pertenencia al participar de una actividad en la que nos relacionamos con otros y compartimos experiencias. Los deportes en equipo nos permiten además construir confianza, pues al trabajar en conjunto buscamos una meta común y el resultado obtenido depende de la cooperación.
La relación con nosotros mismos es otro aspecto que se ve impactado de manera positiva. Cuando practicamos ejercicio desafiamos nuestros límites y aprendemos de nuestro cuerpo. El movimiento que realizamos es percibido por nuestro cerebro y así se construye la idea acerca de lo que nuestro cuerpo es capaz. Esta percepción de nuestra fuerza, agilidad o la capacidad de nuestro cuerpo de lograr ciertas cosas afecta directamente nuestra autoimagen y autoestima.
Para disfrutar de los beneficios del ejercicio debes ser constante. Sabemos que esto puede ser difícil, sobre todo si no estás acostumbrado o si tienes poco tiempo, pero puedes empezar poco a poco. Trata de realizar una caminata de 30 minutos al día o encuentra alguna otra actividad que disfrutes, como correr, nadar o bailar. Puede resultarte mucho más fácil si otras personas te acompañan, así que invita amigos o familiares a unirse, verás que disfrutan aún más las actividades que realizan en conjunto y fortalecen sus lazos. Recuerda ser cuidadoso y consultar a tu médico quien podrá recomendar las actividades aptas para ti.