El síndrome del impostor ¿Qué es y cómo manejarlo?
¿Alguna vez has sentido que no eres realmente bueno en lo que haces y que en cualquier momento alguien lo va a descubrir? Aunque no lo creas, no eres el único. Muchísimas personas se cuestionan si realmente son lo suficientemente buenas para ocupar los puestos en los que están y comúnmente se sienten como un fraude. Este fenómeno se conoce como el síndrome o fenómeno del impostor, y fue descrito por primera vez en los años setenta por las psicólogas Suzanne Imes y Pauline Clance.
Es normal que todos enfrentemos cierto miedo a fallar o a no ser lo suficientemente buenos cuando iniciamos un nuevo proyecto. Sin embargo, para quienes se enfrentan al síndrome del impostor, esto ocurre aun cuando llevan varios años de experiencia y éxito en determinada área. Estas personas creen que lo que han logrado se debe a mera suerte, a la ayuda que han recibido, o a cualquier otro factor externo, todo menos mérito propio.
Existen ciertos factores que hacen aún más probable la presencia del síndrome del impostor, como el formar parte de una minoría. Las personas que forman parte de minorías suelen sentirse solas y se cuestionan si lo que han logrado se debe realmente a su esfuerzo o a que se les puso en ese lugar en un gesto de simpatía. Como señala la Doctora Dena Simmons en su TED Talk How students of color confront impostor syndrome, existen sentimientos de insuficiencia, puesto que determinados entornos presionan a las personas provenientes de grupos minoritarios a cambiar ciertas conductas, esto envía el mensaje de que para triunfar necesitas convertirte en alguien más.
Cuando nos encontramos en contextos que constantemente nos hacen cuestionarnos nuestros logros es común que aparezca el fenómeno del impostor. Esto ocurre especialmente en el caso de las mujeres y de personas que crecen en familias en las que existe una constante presión por destacar o triunfar. En el mundo actual, las redes sociales son una competencia por likes en la que vemos desfilar los logros de otras personas, lo cual puede llevarnos a dudar de nuestra capacidad y valor constantemente.
El fenómeno del impostor suele traer consigo la necesidad de alcanzar la de perfección. Esto propicia que las personas procrastinen debido a que las tareas que realizan demandan muchísimo de ellos. Cuando finalmente se ponen a trabajar dan todo de sí y suelen lograr un buen trabajo, lo cual refuerza este ciclo, pues surge la idea de que “bajo presión se trabaja mejor”. Lamentablemente, esta dinámica favorece la presencia de ansiedad y depresión.
Existen ciertas acciones que puedes realizar para enfrentar tu síndrome del impostor. En primer lugar, es bueno hablar de ello. Como te comentamos, mucha gente tiene miedo a ser descubierta, a que los otros se den cuenta de que son un fraude. Hablar de cómo te sientes te ayudará a darte cuenta de que no eres el único que pasa por esta situación. Por otro lado, puedes empezar a trabajar para reconocer tus capacidades. Enseñar es una gran oportunidad de ayudar a los demás y de darte cuenta de las cosas que sabes y en las que eres bueno. Finalmente, reconoce que nadie es perfecto y que no hay necesidad de que tú lo seas. Te recomendamos que busques la ayuda de un profesional que te acompañe dentro de todo este proceso, sin duda te brindará estrategias que te beneficiarán de manera importante.